El Normandie…el barco que nunca zarpó

Por: José Antonio Ramos Ortiz

25 de marzo de 2021

jose.ramos5@elresaltadordelarealidad.com

En los pasados días se ha alborotado el gallinero facebookciano cuando el representante popular, Ángel Matos, propuso expropiar y demoler el histórico edificio que albergaba el hotel Normandie. Esto ha despertado el patriotismo y nacionalismo puertorriqueño en defensa de esta propiedad privada. Pocos se movilizan para defender nuestras costas, por exigir que AES no deposite cenizas en Peñuelas, para proteger la Zona del Carso, la educación de nuestro país, nuestros derechos humanos etc pero si en defensa de un edificio que tiene dueño y que en los pasados 12 años ha dejado abandonado.

Edificio en la actualidad

        Vamos para atrás en la historia. El Hotel Normandie fue inaugurado en 1942, hace unos 79 años. Fue diseñado por Raúl Reichard y Félix Benítez Rexach. Su forma de barco se debe a que Benítez quiso sorprender a su esposa, la cantante francesa Lucienne Dhotelle conocida como  La Môme Moineau al diseñar el edificio como el transatlántico de vapor donde se conocieron, el SS Normandie. De ahí su forma y nombre. El edificio se caracteriza por su estilo art déco, un estilo que predominó durante la década de los 1920’s hasta 1939. De hecho, este hotel comenzó su construcción en 1938. El hotel fue toda una sensación. Hospedó a grandes estrellas como Cantinflas, Libertad Lamarque, Jorge Negrete entre muchos más. Además sirvió de escenario para artistas como Ruth Fernández, Myrta Silva, Silvia Rexach, Carmen Delia Dipiní entre otras grandes artistas de la época. Sin embargo, en la década de los 1960’s el hotel cerró sus puertas tras una deuda millonaria. Eventualmente fue embargado por el IRS y fue abandonado, aunque no del todo, porque en el primer piso a finales de los 60’s albergó uno de los primeros McDonald’s que irónicamente fue reemplazado por un Burger King. Para 1980 fue añadido al U.S. National Register of Historic Places y desde el año 2000, al Registro de Zonas y Sitios Históricos que establece en Puerto Rico la Junta de Planificación y que obliga a que cualquier intervención en el edificio tenga el aval del Instituto de Cultura Puertorriqueña. 

El edificio fue restaurado en la década de 1990, pero tras el embate del huracán George en 1998 tuvo que cerrar y ser nuevamente remodelado abriendo sus puertas en 2000 y cerrando nuevamente hasta 2005 y eventualmente cerrado en 2009. La propiedad fue vendida finalmente en 2013 a Interra Sky-Normandie, LLC cuya matriz es Interra Capital Group. Para esas fechas se habló de que se tenía que hacer una inversión adicional de entre $40 a $50 millones de dólares. A eso le sumas que el edificio no cuenta con un espacio amplio para estacionamiento y pese a estar cerca, no tiene acceso a la playa. Por lo que comenzó un proceso de venta nuevamente y hasta el día de hoy no encuentran un comprador.

Ahora, el representante Ángel Matos propone expropiar (algo que beneficiaria a los dueños del Normandie, pues se tendría que dar una justa compensación por la propiedad) para luego declarar como estorbo público y demoler el edificio. Tras 12 años de abandono (sin mencionar los casi 30 años que estuvo abandonado entre la década de los 60’s y los 90’s) ahora surge un grupo de patriotas que quieren preservar el edificio e incluso han llegado ciudadanos a pintar los “grafitis” que han adornado el edificio por muchísimos años. Han hasta propuesto pintar en el edificio, una bandera puertorriqueña enorme para entrar al libro de records Guinness; y por supuesto no creo que a su antiguo dueño—ya difunto—don Félix Benítez Rexach se moleste dado a que era miembro del Partido Nacionalista y amigo de Pedro Albizu Campos. El tema aquí es que este edificio tiene dueño y deberían ser ellos los que mantengan el edificio en condiciones óptimas. Claro que debemos preservar el edificio, pues tiene un valor cultural e histórico pero creo que como pueblo debemos escoger mejor nuestras luchas. Si el Estado está dispuesto a rescatar el edificio para su restauración o cualquier grupo inversionista, deben tener en claro lo siguiente, el Normandie no volverá a ser el hotel de lujo que alguna vez fue en la década de los 40’s. Aquí debemos mirar otras soluciones y si a final de cuentas no hay remedio porque el costo de restaurar el edificio es mayor que el beneficio que se le pueda sacar, sea bienvenida la demolición. Por lo pronto, creo que se debe explorar otras ideas que no sean las de volver a inaugurar un hotel. ¿Un museo? ¿Un complejo de apartamentos? ¿Un albergue de deambulantes?  No lo sé, pero hago hincapié en que reinaugurar un hotel no no es viable en pleno siglo XXI por la razones ya expuestas (estacionamiento, acceso a la playa).

¿Queremos salvar el Normandie? Claro, ¿por qué no? Pero creo que sus propietarios privados deben ser los primeros interesados. Mientras, nosotros como pueblo debemos tener nuestras prioridades en cosas más urgentes en nuestra agenda, como el contrato de LUMA por ejemplo. Si alcanza el tiempo y espacio, puede que el Normandie entre en esa lista de pendientes. Por lo pronto, Interra Sky-Normandie, LLC tiene dos opciones o lograr venderlo a quien quiera restaurarlo o mantenerlo en las condiciones mínimas por su valor histórico y cultural. No seamos victimas de falsos patriotismos, la responsabilidad en mantener ese edificio no es nuestra y mantenerlo de pie no va ser determinante en la calidad de vida de nuestra sociedad. Como persona amante a la historia reconozco su valor, pero a veces hay cosas que merecen mayor atención que un edificio viejo y abandonado, cuyos dueños no muestran interés en el.  

08/26/04 FOTO POR MAURICIO PASCUAL HOTEL NORMANDIE EN PUERTA DE TIERRA.

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