¿Te incomoda Pepe le Pew? Pues ven y te presento al maestro Happosai

¿Te incomoda Pepe le Pew? Pues ven y te presento al maestro Happosai

Por: José Antonio Ramos Ortiz

18 de marzo de 2021

jose.ramos5@elresaltadordelarealidad.com

En las últimas semanas se ha generado toda una controversia cuando The New York Times publicó una columna de  Charles M. Blow pidiendo que se cancelen personajes de los Looney Tunes como Pepe le Pew y Speedy González. El último por reforzar estereotipos racistas y el primero por ser un acosador que puede incitar a violar. Esto en medio de la promoción al reboot de la película de los personajes animados, Space Jam.

        A finales del siglo XX, Warner Bros Pictures nos trajo la película Space Jam, que combina el “live action” con la animación. En esa película los clásicos personajes de la empresa estadounidense se meten en un aprieto y su única salvación es jugar baloncesto, por lo que necesitarán la guía de uno de los mejores baloncelistas de todos los tiempos, Michael Jordan. La película nos muestra un mundo donde vemos todos los que alguna vez aparecieron en los cortos animados de Looney Tunes y Merrie Melodies creados a partir de la década de 1930. Dichos cortos eran presentados previo a la proyección de una película en un “drive-in” o teatro, así que estos ya mencionados así como Silly Symphony de Walt Disney, Betty Boop de Paramount o Tom & Jerry de MGM no eran imaginados para un público infantil.

        Space Jam no se limitó a presentarnos los Looney Tunes clásicos, sino que se arriesgó a traernos personajes nuevos como Lola Bunny, la contraparte femenina del mítico Bugs Bunny. Lola es presentada como una coneja que juega muy bien baloncesto, independiente, empoderada y sexy. Lola encajaba bien en aquel entonces con la idea general del universo animado que tiene unos 91 años; siendo Porky Pig el personaje más viejo —con 86 años— que ha trascendido y aun es recordado. Para el 2014, 18 años más tarde, Warner resucita la idea de una secuela de Space Jam ahora con la estrella de la NBA, LeBron James. Desde entonces la producción ha estado en controversia. Finalmente en 2019 (23 años después del estreno original) comienza la producción. Todo el equipo creativo tiene la encomienda de llevar estos personajes de la década de los 30’s del siglo pasado a la década de los 20’s del siglo actual. ¿Difícil, no? La primera en sufrir cambios fue la más joven, Lola Bunny que pasó a tener un look más recatado que su versión original, también se supo que la participación de Pepe le Pew había sido removida de la película y con la publicación de Blow, se formó un sal pa’fuera en las redes. Ahora vamos al verdadero problema.

            En los últimos años y en gran parte por la proliferación de las redes sociales, se ha creado algo llamado la Cultura de la Cancelación o como los conservadores suelen llamarle, La Generación de Cristal…o en buen boricua, Los Changuitos. ¿De qué trata esto de la Cultura de Cancelación? Básicamente es cancelar todo aquello que no sea políticamente correcto y que atente contra minorías, tengan discursos xenofóbicos, de exclusión, homofóbicos, misóginos, de odio, violencia de género etc. Nada malo con eso, ¿no? ¿Por qué entonces tanta controversia con esta película y los personajes? Como he reseñado al principio, todos estos personajes tienen casi un siglo de existencia; no son de nuestra época y no pertenecen a las escuelas de pensamientos del presente. Representan una época, donde se normalizaban unos comentarios y acciones  en nombre del entretenimiento que en aquella época estaban mal, pero nadie cuestionaba. Todo esto pertenece al pasado. El problema no son los personajes; el problema viene de los ejecutivos de una empresa que pretender seguir sacándole dinero a una propiedad que lamentablemente envejeció y no puede adaptarse muy bien a nuestra época. Hay cosas que deben quedarse en la historia. Hay otras propiedades que pese a los años, pueden adaptarse mejor a nuestra época, pero no es el caso de los Looney Tunes. No hay necesidad de cancelarlos, solamente hay que dejarlos en la época donde funcionaron, recordarlos y aprender de sus errores para no replicarlos. Véalo de la siguiente forma: hoy por hoy, ¿funcionaría una serie donde una madre le enseña a su hijo que mire por encima del hombro a sus amiguitos; se discipline a los niños a fuerza de golpes; donde el maestro les enseñe y pierda la paciencia a cada mal respuesta; donde una madre olvide a su hijo para atender a su enamorado; que un hombre viva del cuento y debiéndole a cada santo una vela; donde los niños se mofen de una mujer mayor que vive sola y que aún no se casa; cuyo protagonista sea un huérfano que vive con una eterna hambre y resida en un barril, interpretado por un adulto? Si, hablo de El Chavo del 8. Una serie que en su momento, fue ícono de toda Hispanoamérica. Lo que llevó a Roberto Gómez Bolaños a tener el título del “Súper Comediante” y su personaje ser reconocido en el mundo entero (esta serie fue doblada en al menos 14 idiomas). Pero, ¿un reboot de esta serie tendría relevancia? La respuesta es no. Lo mismo pasa con los Looney Tunes. En su momento funcionaron, pero el tiempo no pasa en vano.

Happosai

            Pero pongamos las cosas en justa perspectiva. Pepe le Pew, ¿realmente es un acosador? Pues sí, pero también Pepe le Pew es el estereotipo que tiene los estadounidenses de los franceses. Comencemos con que es un zorrillo, o sea que apesta; que tan pronto ve a Penélope queda enloquecido y siente la necesidad compulsiva de abrazarla y besarla sin su consentimiento. Claramente el personaje esta fuera de época. A la larga Penélope lograba zafarse de Pepe y no pasaba a mayores, pero si esto te incomoda, les presento al Maestro Happosai. Volvamos al principio. Los Looney Tunes no eran caricaturas que eran pensadas para niños. De hecho, esa idea llegó tarde en el siglo XX. Pasa lo mismo con el anime. En la década de los 80’s, Japón nos dio Ranma ½. Sin entrar en mucho detalle, uno de los personajes era un viejo libidinoso cuyo pasatiempo era robar las prendas íntimas de las adolescentes de la escuela Furinkan…ese era el maestro Happosai, maestro en artes marciales de Soun Tendo, Genma y Ranma Saotome. De hecho, Ranma tenía una maldición que si tocaba agua fría se convertía en mujer y Happosai abusaba de ese encantamiento para acosarlo al igual que hacía con las hermanas Tendo y el resto de mujeres que salieron a lo largo y ancho del anime. ¿Grotesco no? El punto es que, no porque sea animado significa que deba ser dirigido para niños y uno de los grandes issues es que Pepe le Pew le enseña valores equivocados a nuestros niños, cuando en realidad nunca fueron creados para entretener al público infantil. Se asumió que si por tratarse de dibujos con colores llamativos y ser animales parlantes. Claro, eso no quita que sigan transmitiendo un mensaje nefasto, ya sea para niños o adultos. La cosa es que hay cosas que simplemente no trascienden y deben quedar en el pasado; aunque no deben de olvidarse. Creo que todas estas cosas, deben seguir revisitándose. Siempre y cuando se entienda el contexto histórico en las que fueron creadas y porque estaban mal antes y siguen estando mal ahora. Cancelar para que se entierre en el olvido es tan peligroso como seguir replicando este producto del pasado.

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